Comienza la temporada de Atún rojo salvaje de Almadraba

Apenas a unas millas de la costa, el entramado de redes que conforman la almadraba, atrapan a los magníficos ejemplares de atún rojo salvaje, que al torcer el rumbo se arrimaron en demasía al litoral gaditano.

El tiempo empieza a contar. Se inicia una carrera que tiene como objetivo preservar la calidad de este este monstruo marino que bajo su piel recia, encierra un auténtico tesoro rojo en su interior.

Encarando el este, nuestros barcos dirigen la proa al puerto barbateño, prestos a descargar la captura del día, y ceder el testigo a los maestros ronqueadores.

Los afilados cuchillos se abren paso a través del negro, rompiendo el silencio con el característico sonido ronco a su paso por la espina dorsal, dejando expuesto el preciado rojo intenso. La rápida sucesión de movimientos de gran precisión, conseguida a base de años de experiencia, van liberando cada uno de los cortes del atún.

En Gadira se ejecuta una cuidada coreografía, con premura, pero sin alboroto. Cual engranaje, cada operario, trabaja en conjunto para obtener la máxima calidad del producto. El atún Gadira, que apenas unas horas antes surcaba el océano, descansa en las vitrinas de las pescaderías, o en las cámaras de los restaurantes.

La temporada de atún rojo salvaje Gadira, ha comenzado.