04 Sep Salvaje y de almadraba, la importancia de los apellidos del Atún Gadira
El atún rojo que comercializamos bajo la marca Gadira tiene dos apellidos que son imprescindibles para entender su calidad y sabor excepcional: salvaje y de almadraba.
Es salvaje porque se alimenta libremente, en océano abierto, siendo su infiltración en grasa natural y equilibrada al no estar sometido a ningún tipo de engorde tras su captura. Y de almadraba, porque se captura a través de un arte de pesca trimilenario y sostenible en los pueblos almadraberos de Cádiz.
Esta pesca que se ha ido heredando de generación en generación se da únicamente entre abril y junio, aprovechando el paso del atún rojo por aguas del Estrecho, cuando el atún presenta un punto óptimo para su consumo.
A la pesca en las almadrabas, le sigue el trabajo de tierra: el ronqueo artesanal y ancestral del atún rojo salvaje, y la posterior conservación a menos 60 grados, utilizando la técnica de la ultracongelación.
Esta suma de tradición, sostenibilidad e historia hacen posible que cada año, el Atún Gadira, el salvaje y de almadraba, llegue a nuestras mesas.